jueves, 24 de julio de 2008

Producto de bandera


Dios perdona el pecado, pero no el escándalo. Los políticos perdonan sus pecados y sus escándalos, pero no los ajenos.

El buen Ántero, Ministro de Defensa, sacó las garras ante las sensuales fotos de la modelo Leysi Suárez, quien posó desnuda con la bandera peruana. El ministro la acusa de mancillar a los símbolos patrios, al país y a nosotros, efímeros patriotas.

Majadera interpretación de la ley. Y antojadizo pedido de Flórez- Aráoz de denunciar penalmente a la bailarina y modelo, acusándola de "vejación a los símblos patrios".

Las fotos no son escandalosas ni mucho menos pornográficas. Tampoco, claro está, es una sesión fotográfica para una estupenda puesta en escena artística o cultural.

Dicen que la política se basa en gestos políticos. ¡ Y qué mejor muestra de falsa peruanidad, en inmejorable fecha, para que muchos salten a la palestra como grandes precursores de lo patrótico y moral.

¿ Escandaloso, no es acaso, que un congresista- llámesele, no sé por qué, Padre de la Patria, tenga empleados fantasmas en sus planillas; o que otro legislador, más fresco todavía, cobre sin ir a trabajar? Ojo, a ellos también les cuelga la bicolor sobre sus hombros.

Ni qué decir de algunos magistrados que utilizan una cinta rojo y blanco para colgar ostentosamente sus medallas, mientras que la justica en el Perú cuelga de un hilo.

¡Tanta alharaca! Con un jalón de orejas de los más puritanos y conservadores. Con un infaltable pronunciamiento de la Iglesia por mostrarse Leysi públicamente casi como Eva, y hasta con una marcha para "lavar la bandera", hubieran sido más que suficientes, para deplorar, por aquellos que piensan que fue un "grave delito" , las destapadas y patrióticas escenas de la bailarina.


martes, 8 de julio de 2008

PARO


Siempre, en julio, como antesala a las Fiestas Patrias, hay por lo menos uno.

Nunca estuve en un paro; menos en una huelga. Siempre pensé que estos dos actos -constitucionales, por cierto- son estrados para personas que quieren figurar o empujar policías o simplemente salir empapados por las tanquetas que escupen agua para disuadir a algunos revoltosos.

Además, muchas veces no saben ni por qué están ahí. Ellos van porque sí. O por algún chantaje laboral al que son sometidos si no acuden a marchar y a vociferar a voz en cuello.

También es la vitrina perfecta para que los "altos dirigentes" hagan gala de su florido verbo: " plataforma de reclamos"; "lucha contra el imperialismo opresor"; "combatir políticas neoliberales", entre otras perlas más que le den sazón al paro o a la huelga.

Sin embargo, mal hace el Gobierno en hacer propagandas en contra de la manifestación, con Vladimiro Montesinos como actor estrella. Y más aún, cuando el Apra, en la época de Toledo, promocionó paros, también en julio, y con pataditas incluidas.

Reclamos justos o no, ¡que paren los que quieren parar! No quiero ni pensar en el tráfico de Lima- más infernal y caótico que el de costumbre-; ni en carros con lunas rotas por piedras que vuelan de manos de vándalos; ni en oír algún disparo y escuchar luego, a los promotores de ambas partes, echarse la culpa por alguna desgracia y tirarse la pelota como de costumbre.

Ojalá que pronto, en el mes de la Patria, el único paro sea el de la colorida Parada Militar del 28.