¡Es verdad! Que don Manuel Burga Seoane dé - no uno- sino miles de pasos al costado de la Federación es tan difícil como despegarnos de nuestro criollazo fútbol local.
Y también hay que decirlo, no solo el Boys está al borde de la baja, sino todo el fútbol peruano, bajo la mirada atenta y sigilosa del Todopoderoso Blatter, que lanza pelotazos al Perú por hacerle tantos “fouls” a la Federación de Manuel Burga y Cía. Y ¿ qué hay con eso de que la pelota no se mancha?...
Pero no nos hagamos los pelotudos. Nos aterra la idea que Perú sea desafiliado de papá FIFA: los futbolistas patearían latas (quizás las patearían mejor que a las pelotas); El Especialista y El Deportivo hablarían del aburrido golf; los canales de televisión perderían millones; Burga pediría asilo político en Suiza y los apasionados, sufridos y masoquistas hinchas no compraríamos Ganagol ni leeríamos religiosamente El Bocón por las mañanas.
Aunque echando pluma, el superávit sería más generoso que el déficit si es que la FIFA utiliza la guillotina para decapitarnos: las canchas con huecos serían buenos aposentos para perros sucios; y las de gras sintético mechones perfectos para arbolitos de navidad.
La selección de fútbol tendría una salida más decorosa de las eliminatorias y ya no nos encajarían tantas goleadas. Y los jugadores no tendrían más salidas nocturnas indebidas.
Magaly Medina- cuando salga de la cárcel-, ya no ganaría más plata por tantos ampays y el antipático de Manco ya no vendría tantas veces por aquí.
Además, La Villa Deportiva Nacional (Videna), no sería más una villa de puros villanos.
El equipo del Boys no se trasladaría en combi ni tomaría Kanú en lugar de Gatorade.
Tampoco, gracias a la desafiliación milagrosa, Perú no sería más el lugar perfecto para tantos foráneos que tienen igual dos piernas como los futbolistas peruanos y que vienen a llevarse la plata (la poca) en carretilla.
Además, Alianza, mi querido Alianza Lima no descendería a segunda a jugar con Hijos de Ascovinchos y el Boys.
¡Que nos desafilien ya, por Dios!
Y también hay que decirlo, no solo el Boys está al borde de la baja, sino todo el fútbol peruano, bajo la mirada atenta y sigilosa del Todopoderoso Blatter, que lanza pelotazos al Perú por hacerle tantos “fouls” a la Federación de Manuel Burga y Cía. Y ¿ qué hay con eso de que la pelota no se mancha?...
Pero no nos hagamos los pelotudos. Nos aterra la idea que Perú sea desafiliado de papá FIFA: los futbolistas patearían latas (quizás las patearían mejor que a las pelotas); El Especialista y El Deportivo hablarían del aburrido golf; los canales de televisión perderían millones; Burga pediría asilo político en Suiza y los apasionados, sufridos y masoquistas hinchas no compraríamos Ganagol ni leeríamos religiosamente El Bocón por las mañanas.
Aunque echando pluma, el superávit sería más generoso que el déficit si es que la FIFA utiliza la guillotina para decapitarnos: las canchas con huecos serían buenos aposentos para perros sucios; y las de gras sintético mechones perfectos para arbolitos de navidad.
La selección de fútbol tendría una salida más decorosa de las eliminatorias y ya no nos encajarían tantas goleadas. Y los jugadores no tendrían más salidas nocturnas indebidas.
Magaly Medina- cuando salga de la cárcel-, ya no ganaría más plata por tantos ampays y el antipático de Manco ya no vendría tantas veces por aquí.
Además, La Villa Deportiva Nacional (Videna), no sería más una villa de puros villanos.
El equipo del Boys no se trasladaría en combi ni tomaría Kanú en lugar de Gatorade.
Tampoco, gracias a la desafiliación milagrosa, Perú no sería más el lugar perfecto para tantos foráneos que tienen igual dos piernas como los futbolistas peruanos y que vienen a llevarse la plata (la poca) en carretilla.
Además, Alianza, mi querido Alianza Lima no descendería a segunda a jugar con Hijos de Ascovinchos y el Boys.
¡Que nos desafilien ya, por Dios!