viernes, 16 de mayo de 2008

Somos más


Después de los efectos novelísticos del ‘Mensaje a la Nación’ de Tula, y en medio de la cumbre limeña, que ha generado el cierre de calles (y las que no están enrejadas están rotas), el 17 de Mayo, “Día Mundial de la Lucha contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia”, pasará seguramente desapercibido entre los no- fóbicos y los fóbicos a muerte.


No es que yo haya salido tardíamente del clóset. Tampoco pretendo hacer apología propagandística a favor de la homosexualidad.
Podría tratarse, más bien, de un ensayo de contrición de alguien que, sin exagerar, fue el más vil de los activistas en contra de los homosexuales, con ideas y prejuicios tan desfasados como los de mi querendón pero obtuso papá en temas como este, al mejor estilo del patriarca de los Humala.

No voy a dedicar mucho espacio en detallar las malísimas experiencias circunstanciales que tuve con algún marica (desde miradas penetrantes de transeúntes alegrones y coquetos hasta palabras peligrosas de doble filo).
Y digo marica porque, a confesión de connotados y caballerosos homosexuales, marica es aquel homosexual que vive con el escándalo y desdobla actitudes laberintosas, como aquellas con las que me topé muchas veces.
Aunque, valgan verdades, el escándalo no es pecado exclusivo de los homosexuales, sino también, y muchas veces en mayor proporción, de los heterosexuales. Y si al homosexual escandaloso se le dice marica, ¿cómo habría que fichar al heterosexual igual de laberintoso y libidinoso?

Prefiero, en cambio, recordar que leo las novelas de un entretenidísimo escritor gay, y mejor aun como entrevistador. Que no me pierdo los escritos periodísticos de la pluma de otro gay. Que tuve a una curtida e insospechable periodista lesbiana como profesora.
Entendí, de una vez, que los “otros” son como nosotros, los heterosexuales, y que los “raros”, en muchas ocasiones, somos nosotros, y no los “otros”.

Cada vez somos más los “Open Mind”; comprendemos y entendemos que el mundo no es cuadriculado; que la homosexualidad no es un error estadístico sino una opción sexual no convencional. Y que un buen homosexual es tan decente como un buen heterosexual y viceversa: Un mal homosexual es tan condenable como un mal heterosexual.

jueves, 1 de mayo de 2008

Los periodistas sin periódicos


Lo peor de los Blogs: Son el premio consuelo de los columnistas frustrados a los que ningún periódico daría una columna ni por joder, escribió 'Beto' Ortiz en su sitio web. Cuando lo leí me sentí groseramente trastocado por el gran escritor sarcástico y detalloso. Quería enterrar la cabeza como el avestruz; tuve ganas de decirle 'zamba y canuta' a 'Beto' mediante un ácido y lisuriento comentario a su página web. Me entró la idea de no escribir más y hasta de eliminar Red@ctiva.

Sentí
vergüenza, me la tomé tan a pecho que creí, efectivamente, que los blogs eran refugios para 'plumas con poca tinta'.
El temor pasó; pero la incertidumbre continuó sacándome la lengua un buen tiempo. Quizás ahorita ni por joder- como dice 'Beto'- alguien le daría ni la décima parte del espacio de un periódico a un calichín como yo.
Además, Ortiz tiene razón cuando deja entrever que los blogs son una guarida- sí- pero no de frustraditos ni peleles.

Felizmente ya no me va tan mal con mi blog. Luego de un inicio más que frío y desapercibido, donde ni los gatos de la periodista Esther Vargas me leían; luego de escribir artículos tan malos que después de releerlos quería borrarlos. Donde además ni mi papá- tan querendón él- me enviaba un comentario cariñoso y cursi, hinchando el pecho por su hijito el escritor. Después de todo, este espacio pasó de las sombras al run run público... ¡Algo es algo!

Y no es que sea la acérrima competencia de bitácoras tan respetables y magníficas, como Sexonosex, Zona de Promesas o El Útero de Marita.
Pero después del publicherry de Perú21, promocionando en sus páginas a Red@ctiva, y de la fama gratuita, inesperada e inapropiada (por las circunstancias), debido al caso Esther Vargas y la San Martín, donde las visitas se elevaron como espuma de cerveza, el artículo de 'Beto' perdió vigencia conmigo.

Con ese nombre tan serio y aburrido (Red@ctiva); con una diagramación que da risa; con comentarios amarillos de los miembros de la 'Sociedad Anónima' y con el riesgo de que nunca alguien más me quiera conceder una entrevista, hay blog para rato.