viernes, 29 de febrero de 2008

De todos un poco

Sin duda alguna, quisiera tener la “talla” periodística de César Hildebrandt. La egocentricidad y el amor propio exagerado de Phillip Butters.
Quisiera ostentar los conocimientos de derecho y el segundo apellido de Rosa María Palacios (Mc Bride)… Otro “level”.
Aparte del anticuado peinado, tener la frescura de Jaime Bayly a la hora de desnudar a sus invitados con despiadadas entrevistas.

Quisiera tener la frialdad y simpleza de Esther Vargas para escribir sobre sexo. Además del peso periodístico y la “cancha” en la que se desempeña la columnista de Perú21.

Tener la elegancia y sensatez de Jaime de Althaus. La ecuanimidad de Mávila Huertas y, muy aparte del parentesco, la inteligencia, pero no el genio, de Samantha Chau, mano derecha y productora de Ricardo Bedoya y del connotado Marco Aurelio Denegri.

Tener un poco del “Beto” Ortiz de Perú21; mas no del “Beto” laberintoso de la “tele”.

De Cecilia Valenzuela, tener su equipo de producción, pero sin ella.
Quisiera hacer gala de la cordura y la pluma del mal rasurado Augusto Álvarez Rodrich. Del poderío de los Miró Quesada; hasta un poco de la “cara dura” de Nicolás Lúcar.

Incluso tener algo de Magaly: el “raiting” y su sueldo.

Y tú, ¿a quién te quieres parecer?...

miércoles, 27 de febrero de 2008

Red@ctiva en PERÚ21


En la edición del 27 de febrero de este año, salió publicado en Perú21, en Mundo blog, Red@ctiva, como recomendación de esa sección.


Vocación de periodista
Jaime Chau lanzó Red@ctiva, blog donde opina sobre temas de actualidad nacional e internacional y, además, comparte crónicas e historias curiosas.
Nadie escapa a la pluma de este joven estudiante de periodismo de la Universidad de San Martín de Porres. Ni siquiera su ex rector, José Antonio Chang, a quien califica, irónicamente, como un "buen dirigente deportivo".

viernes, 22 de febrero de 2008

Renuncia es un 'saludo a la bandera'


¿ Será acaso el fin del castrismo en Cuba o más bien el recrudecimiento del autoritarismo con Fidel Castro detrás del poder?

Con la renuncia de Fidel Castro Ruz, presidente de facto por casi cinco décadas, el panorama en la isla es incierto.

El Comandante en Jefe del Ejército de Cuba aduce debilidad física para seguir al frente de Cuba. Y no es para menos.

Después de 49 años usurpando del poder y con serios resquebrajamientos en su salud, es casi imposible que un hombre tan agitado y de 83 años de edad siga liderando "su revolución".
Luego de que en 1959 derrocara a Fulgencio Batista, Fidel Castro sumergió al país cubano a los efectos de la tiranía, la dictadura y la opresión.

Los avances en salud y educación son notables. Sin embargo, esto es opacado por el poco respeto hacia las libertades personales por parte de Castro, que restringe los derechos civiles; que exacerba a su pueblo con un discurso socialista radical, que basa su política en el enfrentamiento verbal con Estados Unidos; que controla y digita los medios de comunicación masiva y que hasta prohíbe el uso de la Internet entre sus ciudadanos.


Así mismo, diversos analistas, como Gabriel C. Salvia, Presidente del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), aseguran que el sucesor natural de Fidel sea su hermano, Raúl Castro, de 77 pesados años y conocido por su rigidez y severidad obstinada y terca, pero que, sin embargo, ha dejado la posibilidad latente de sentarse a dialogar con el enemigo de siempre: Estados Unidos.

Por su parte, la administración de Bush ha señalado que no negociarán con Cuba hasta que este país se comprometa a iniciar un cambio hacia la democratización de sus instituciones y sistema de gobierno.

No obstante, con el bloqueo económico y comercial aplicado por Estados Unidos desde 1962 a la isla, no hace más que dificultar el camino hacia la libertad, democracia y el respeto a los derechos humanos de todos los cubanos.

Es poco creíble que Fidel Castro se marche definitivamente del poder. Su imagen física estará detrás del escenario político pero sus directivas soplarán viento en popa hacia los oídos de su sucesor.

martes, 19 de febrero de 2008

De profesión: Periodismo


Nunca pasé por uno de esos tantos Test Vocacional, que lo único que consiguen es confundirte más, para saber que lo mío es el periodismo. Ni ir donde un chamán o alguien que me lea las cartas para decirme qué estudiar.
Además, estoy segurísimo que no serviría para otra cosa.

Contra todo pronóstico, nadie de mi entorno trató de sabotear mi vocación a seguir. Y si lo hacían, igual no les iba a hacer caso. No por un acto de rebelión, sino por convicción, ¿no?
Escogí Ciencias de la Comunicación (periodismo) no porque siempre hayan más vacantes que postulantes, ni porque la carrera fuese un hueveo total. Sino, porque me apasiona.
Además, esta profesión es un refugio para librarme de las odiosas, complicadas y aburridas matemáticas.
Cuando estudié tres ciclos en la universidad de Huacho nos vimos las caras dos ciclos: siempre me ganaron. Ahora, en la limeña San Martín de Porres, por el momento, no me topo con ellas: ¡Enbuenahora!

No me molesta que digan que el periodista es chismoso. Aún no soy periodista, pero sí muy chismoso. Serlo es un requisito indispensable para consagrarme y titularme como ‘hombre de la noticia’.

Pero sí me jode que cuando me preguntan ¿qué estudias? y digo periodismo me lanzan: ¡otro Magaly!... ¡Por Dios!, como si no fuese gran calvario ser su paisano.

Alguna vez mi hermana mayor, que también es periodista y también estudió y ahora trabaja en la misma universidad en la que estoy, me dijo que “el periodista es chelero” (ella lo es).
Estoy convencido de que, como toda norma, yo soy la excepción, porque de ‘chelero’ sólo tengo la Ch en mi apellido paterno.

También, no sé quién, me puso en alerta y me advirtió que la profesión no es muy `rentable’: “Te vas a morir de hambre”.
No creo que el inteligente de César Hildebrandt; ni la incisiva aunque chinchosa Cecilia Valenzuela; ni la acuciosa de Rosa María Palacios ni mucho menos el emporio Miró Quesada sean, efectivamente, unos pobrecitos. Sí, sí. Ya sé. Hildebrandt es Hildebrandt y los Miró Quesada son los Miró Quesada. Pero mi papá, entre sus repetitivos sermones me decía que “si eres barrendero, sé el mejor” – sin ofender a estos sacrificados trabajadores-.

Nunca leí a García Márquez. Tengo Cien Años de Soledad – y no es pirata ni fotocopiada- y traté de leerla pero por ignorante, inculto o imbécil me aburrió olímpicamente.
Sin embargo, hace poco, buscando en Google “las mejores frases de periodismo” para la cabecera de mi blog, en http://www.proverbia.net/ (nunca había oído esa página) encontré una del mismo señor que me adormeció con su libro, pero que algo de encantador y de buen escritor debe tener para ser lo que es: “El periodismo es el mejor oficio del mundo”. No me pregunten cuándo y dónde lo dijo. Sólo sé que lo dijo… ¡Y bien dicho!

Y tú, ¿qué opinas del periodismo?

domingo, 17 de febrero de 2008

Un ministro que se hace el 'tercio'


No lo conozco en persona pero me cae bien. Sin embargo, José Antonio Chang Escobedo, como ministro de educación es buen dirigente deportivo.
Más allá de las mejores intenciones que tenga para no ser más los hazmerreír en educación, sus propuestas sólo quedan en eso: ¡puras intenciones!

Acaso su mayor logro para ostentar el cargo de Ministro de Educación es ser ‘pataza’ de Alan García y haberle dado ‘chamba’ como profesor cuando fue rector de la Universidad de San Martín de Porres.

Su propósito, de contratar por tercio superior a los profesores, es ilusa y relativa.
Cualquier ‘fulano’ puede estar en el tercio superior de esos institutos pedagógicos a granel; de esas universidades que dependen del Estado y de su Ministerio, que se descascaran por dentro y por fuera. O de algunas instituciones privadas, que lo único de auspicioso es el ‘slogan’ con que se venden.
¿Tendrá el mismo peso y valor haber egresado siendo del tercio superior de un instituto recién formado a tropezones que de una universidad hecha y derecha? ¿O da lo mismo para el Ministerio de Educación contratar a un maestro proveniente del tercio de Harvard o de la ‘Harvardtín’?

La crisis rochoza de la calidad educativa del país no se remonta solo a contratar profesores de mejor promedio ponderado. Esto hace, más bien, orientar la educación a un sistema numérico, donde, lo más importante será la nota obtenida en el colegio o universidad. ¡Qué diantres si es plagiando!... Al fin y al cabo, lo importante acaso ¿no es ser del tercio?

Es cierto que el nivel de los profesores es pobrísimo, por su culpa y por culpa del Estado, que no invierte en sueldos, capacitaciones, infraestructura y tecnología.
Urge una reestructuración a fondo en las políticas educativas. Que no se limiten sólo a pruebas mal hechas o a contratar por tercios superiores, sino, ir más allá de eso.

Si la solución, según Chang, es escoger a los maestros que se hayan colocado en el tercio superior para ser contratados, habría que preguntarle al Ministro si utilizó ese “eficiente” sistema cuando fue rector universitario y contrató a catedráticos con un alto promedio ponderado bajo el brazo.
Para bien o para mal, doy fe de que eso no fue así.

domingo, 10 de febrero de 2008

¿ Por qué un verano sin playas?





- Porque no soy fakir para echarme sobre la arena durísima y quisquillosa, que “recompensa” con un jodido dolor a la espalda.

- Porque la misma arena se mete por todos los orificios de mi desaliñado cuerpo… ¡Sí, por ahí también!

- Porque detesto aderezarme con esos aceitosos bronceadores y bloqueadores que al primer contacto con el mar termina en una olímpica masa pegajosa.

- Porque siempre el mar está sucio, bravucón o heladísimo, que me congela hasta el tuétano.

- Porque nunca puedo disfrutar de una Copa Donofrio sin que esté aguada y aplastada.

- Porque mi celular no tiene MP3 que pueda aislarme del eco de La culebrítica, El embrujo y Amor mío.

- Porque en las cevicherías playeras- a un paso del mar- no hay pescado fresco.

- Porque encuentro una bolsa de plástico, una envoltura de galleta, una cáscara de plátano o caca de perro camufladas en la arena.

- Porque la playa se convierte en un mini mercado: pulseras, bolsas, lentes de plástico, bloqueadores “bambas”, papa con huevo y huancaína, fotito con una llama sedienta o el libro de la sexóloga Alessandra Rampolla.

- Porque las ampollas de los pies, por pisar la infernal arena, cobran vigencia al día siguiente.

- Porque casi siempre soy presa fácil de las arrebatas olas.

- Porque para tomar una Cristal o Inca Cola heladas hay que ir cada vez hasta la orilla a desenterrarlas.

- Porque no me gusta saborear el agua salada ni cuando me duele la muela.



- Y porque un domingo playero es como Jirón de la Unión. Porque prefiero salir de la cama a las 10.am; leer rutinariamente El Comercio; escribir algo; entrar a Internet y darme uno, dos o los necesarios duchazos bajo la tranquilidad y la sombra de mi casa: sin arena, ni revolcones, ni ardientes erisipelas, ni música chicha sonando y tronando pero con una chicha morada bien helada.

martes, 5 de febrero de 2008

Yo

Yo que menospreciaba a la blogósfera. Yo que no creo en Dios.Y dudo que Él crea en mí. Yo que confieso vergonzosamente que me aburrí leyendo Cien Años de Soledad, pero leí pacientemente casi todo Bayly. Yo que, sin embargo, no leería ni a de vainas a Paulo Coelho. Yo que no he "fumado" ni "jalado", pecando extremadamente de "zanahoria". Yo que abomino el humo del cigarro; que soy torpe para las matemáticas y el baile. Yo que no he ido a un puterío, pero que me he refugiado muchas veces en la salvadora masturbación. Yo que extraño al bonachón de Valentín Paniagua. Yo que estudié en una universidad pública, donde conocí en gran parte lo que es el Perú. Yo que estudio ahora en una universidad privada, donde conozco la otra parte del país. Yo que fui católico; ahora, ateo. Yo que voté con la nariz tapada por Alan. Yo que nunca hubiera elegido a Ollanta. Yo que jamás en la vida seré aprista, ni en público ni "caleta". Yo que nunca me haría un tatuaje, ni perforaciones en el cuerpo. Yo que detesto a los gatos, sobretodo a los negros y rechonchos.Yo que no quiero ser un periodista como Nicolás Lúcar. Yo que no tengo Hi5. Yo que me trago las uñas; que no tengo un peinado apropiado. Yo que junté -hecho un idiota- las chapitas de Coca Cola. Yo que quiero escribir bien; que hago garabatos antes de escribir. Yo que quiero trabajar. Yo que soy un trome en Winning del Play Station; que me gusta el póker y que nunca supe hacer bailar un trompo. Yo que quise ser cura cuando fui católico. Yo que no me olvido jamás de los jamases de poner tildes. Yo que tuve algo de homofóbico, pero nadita de racista. Yo que no canto ni en broma.Que sé cocinar algo. Yo que detesto a la malvada Laura Bozzo, al ególatra de Hugo Chávez y al amnésico de Fujimori. Que no me gusta la sopa como a Mafalda. Yo que tomo una cerveza cada año bisiesto.Yo, yo, yo...